CALENDARIO DE FIESTAS 2003

- Agosto -

1 - Barrio de la Puente

2 - Montrondo             

7 - Cirujales               

8 - Senra                   

11 - Santovenia             

13 - Aguasmestas         

14 - Marzán                  

                       El Castillo (org. pub "El Grial")  

14 y 15 - Salce                           

              "Fiesta del Veraneante"

14, 15, 16 y 17 - Espinosa de la Rivera                

15 - Pandorado             

16 y 17 - Abelgas "San Roque"     

22 - Castillo de Omaña  

22, 23, 24 y 25 - Cimanes del Tejar                    

28, 29 y 30 - Riello "San Juan Degollado"

 Como en otros lugares, durante el año se celebran diferentes fiestas en Omaña, pero es en verano cuando el ambiente se caldea. Durante el estío los pueblos se aprestan por doquier a festejar sus patrones y halagar a sus veraneantes, reviviendo antiguas costumbres, juegos, bailes..., todo ello con una sana competencia.

 La fiesta cristiana del Corpus Christi, como es sabido, es en Junio. La misa es ese día especial, asistiendo todos los feligreses a la procesión que recorre el pueblo y, tras los parabienes de la Autoridad y el vino con el Sr. Párroco, comienzan festejos más mundanos. Tienen renombre, además de en Salce, el Corpus de Senra y Soto y Amío.

 En Salce, año tras año se celebra el sábado siguiente al Corpus Christi según cae en el calendario. La gente del pueblo viste sus galas y se reúne en la iglesia para comenzar el festejo. Finalizada la Eucaristía, varios voluntarios, generalmente hombres, se unen al oficiante en el altar para portar pendón, faroles y palio en la procesión. Durante el recorrido, las campanas acompañan con su tintineo y, una vez finalizado donde se partió y con la bendición del Sr. Cura, comienza el trasiego de líquidos espirituosos para abrir el apetito , ocasión con la que se pasa revista a los asistentes ese año y se saluda y charla con quienes no ves desde algún tiempo. A la mesa, después del baile vermut y ya sobre las tres, los mejores artes culinarios de la casa para deleite de la familia y algún parroquiano que nunca falta. En ningún hogar se hecha en falta ese día el guiso de cordero o cabrito, así como los postres que ya hacía la abuela. Tras una amena sobremesa, por tradición y a fin de aplacar los vapores de un generoso vino y no menos abundantes licores, una reconfortante siesta, aunque los de más aguante prefieren una partida en la cantina, pues dicen que también les relaja. En la tarde, cuando el sol se apacigua, concurso de bolos, otras lides y juegos tradicionales, ya no tan variados como antaño por desgracia, en los que siempre surgen anécdotas dignas del mejor trovador. Al ponerse el sol, la cena y los aderezos de rigor para la verbena, a la que asiste todo el pueblo a disfrutar y bailar, sin que falten los tan meritados concursos de chano y jota. Bien entrada la noche, y cuando las fuerzas parecen empezar a flojear, las tradicionales sopas de ajo y el chocolate, todo un arte en Omaña. Al amanecer, cada pájaro a su nidal.

Es durante los meses de julio y agosto cuando los pueblos se llenan de juventud y veraneantes, disfrutando y enlazando fiesta con fiesta, hoy aquí mañana allá..., siendo motivo de encuentro para los habitantes de Omaña y un alto en el quehacer diario que, por la época, es sobretodo la hierba.

Lo común, y dado lo agradable de las noches, es que las fiestas se celebren en un descampado, donde se coloca una barra a modo de bar y un grupo de música se encarga de amenizar la velada. La verdad es que resultan siempre un éxito.

 Una de las que podríamos destacar, sin desprecio de ninguna otra, es la de Nuestra Señora de Pandorado, Virgen encontrada por un pastor, celebrada el 15 de agosto. Desde por la mañana, después de la misa, reúne a una gran multitud de personas de toda la comarca, organizándose un montón de actividades de carácter lúdico-festivo. Concurso de mastines que atrae a un público muy numeroso y entendido, dado su carácter ganadero por excelencia, que valora justamente la estampa, destreza y obediencia de los mismos y juegos infantiles para los más pequeños, donde tienen que superar una serie de pruebas por equipos y así intentar ganar golosos premios.

 

Pero hablando de las fiestas de Pandorado, lo que a todos nos viene a la mente son las “Olimpiadas”. Esa misma tarde equipos de todos los pueblos de la zona compiten en diferentes actividades, carreras, incluida la de saco, tiro de soga, barra, garrote, bolos y hasta en algunos años valto leonés. Año tras año la competencia es mayor, pero siempre con buen humor y deportividad. Muchos de los participantes son ya conocidos, especialmente en barra, en la que la expectación se hace aún mayor al barajarse todos los años los mismos nombres entre los posibles ganadores, sin embargo, siempre nos encontramos con alguna sorpresa para bien del concurso. Es una de las fiestas más esperadas.

 También lo es la de San Roque en Posada de Omaña, el 16 de agosto, o la fiesta estival de Salce en la primera quincena de agosto, adaptándose  para no coincidencia con otros lugares en lo posible. Es la llamada Fiesta del Veraneante y dura dos días. El primero se celebra la eucaristía por la mañana y el vermut en la escuela, donde también se ubican las verbenas de esa noche y del día siguiente.

             En relación con las viejas costumbres sigue manteniéndose en Riello el Sábado Castañero, antes de Navidad, y la representación del Auto de Reyes Magos, en cuya noche, la de reyes, se encienden hogueras por los pueblos. Los carnavales o antroidos no se han olvidado, principalmente en el municipio de Riello, festejados, según la tradición, con guirrios, toro y torero.

 La actividad cultural de la comarca se centra principalmente en Riello, donde la tercera semana de agosto se viene organizando una Semana Cultural con un amplio programa de actividades, rematándose el ciclo con la representación de la Leyenda de Don Ares de Omaña, cuya escenografía abarca el periplo que marca la historia, desde El Castillo hasta la torre de Santa María de Ordás, con sucesivas estaciones en las que se reproducen los acontecimientos que llevaron a la muerte del caballero. Es una forma entretenida de hacer la ruta andando o a caballo.